Autor FRANCISCO JAVIER FERNÁNDEZ PÉREZ, con esta historia obtuvo el 2º premio de relatos breves organizado por la Casa de la mujer de Cáceres.
María era una chica buena y estudiosa que vivía en un pueblo llamado Lobos, al cumplir diecisiete años se fue a vivir a la gran ciudad.
Un día en una fiesta conoció a un joven, que también parecía bueno e inteligente....o eso creyó ella.
A María le gustó el chico y empezaron a salir juntos, iban al cine, de viaje, parecían tener los mismos gustos.
Adentrada la relación, se fueron a vivir juntos, compraron un chalet, dos coches y una casa de campo, todo parecía marchar a la perfección. María pensaba que le había tocado la lotería, porque tenía un buen hombre y todo aquello que podía desear.
Pero con el paso del tiempo fueron llegando los problemas, ya no iban a ninguna parte, él siempre venía borracho, con ganas de bronca y por nada le pegaba, le insultaba y humillaba.
María aguantó esta situación cinco años, hasta decir a gritos ¡basta!, cogió el teléfono y marcó el 016, las personas que estaban al otro lado reaccionaron rápida y directamente contra el individuo, alejándolo de ella y de su vida. Posteriormente consultando sus archivos comprobaron que el tipo había estado diez años en la cárcel por maltrato continuado a otra mujer.
María, asustada, pero feliz por haberse librado del torturador, por fin se dió cuenta de que lo que había tenido en frente durante siete años no era más que un farsante, que las relaciones deben basarse en algo más que los mismos gustos o aficiones, es decir en respeto mutuo y la confianza.